Real Madrid 3-2 Manchester City : El día que Mancini se escondió

Durante gran parte de la última época de Mancini, lo habitual había sido ver a Yaya Touré como medio llegador siendo el recurso ante las dificultades y que sirvió y sirve mucho. En el Bernabéu, este plan B, el plan de las segundas partes en Premier fue el A. Eso significa algo de debilidad en un club que tiene que empezar a mostrar más carácter en las plazas difíciles. No era, ni mucho menos, una mala alineación (algo inviable en el City) pero sí un cambio de lo establecido ante un rival de entidad. Como le sucediese a Cruyff en los primeros tiempos del Barça o a Ferguson en sus inicios europeos con el United, cuando tocaban visitas complicadas llegaba la hora de recular como ha acabado haciendo el Manchester City.

Once

No era difícil presagiar un partido muy físico por parte del equipo mancuniano. Sin embargo, más jugadores de músculo no siempre garantizan que el rival, como ha sucedido, no cree ocasiones. Con la pegada habitual del Madrid, la del año pasado, el partido podría haber acabado muy pronto. Lo bueno para el City, como siempre, es la pegada. En Premier, las individualidades pueden salvar una temporada pero en Champions con eso no te llega. La gran exigencia del City ya es Europa y poco sirve el campeonato inglés después de tanta inversión. Mancini sintió el agobio y con el agobió murió cuando parecía que el equipo necesitaba más velocidad ante la presión que tenía el Madrid.

Más sencillo

Una derrota que no parece minar el camino como sucediese la pasada temporada. El City es más equipo y conocen de primera mano el drama del año anterior. Viendo al Borussia Dortmund y al Ajax da la sensación que el camino puede ser menos exigente. Mancini deberá reaccionar y si quiere hacer algo en Europa parece que el plan B no es la mejor opción. Atrevimiento y oficio son las palabras del éxito en la Champions. Morir con una idea, con un estilo que todavía no se ve muy claro en el lado azul de Mánchester.

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